Quiero ser todo para volverme nada.
Infinito.
Veo mis palabras armoniosamente esféricas, nada para sorprenderse, en las que hago a ratos una alegre interpretación del hombre de naturaleza geométrica, paralela al de un simple humano pero dotado de ojos hambrientos de conocimiento.
La idea del súper hombre (gracias Friedich) me hace caminar todos los días, hablo de un andar sincero y profundo sobre cada sendero de la naturaleza humana. La idea de “humano” es tan limitada que el Yo me taladra los huesos.
Volteo la vista al detalle y todo se trata de barata individualidad revolcada la pecaminosa mierda de la vanidad. Usan tanto maquillaje que no puedo reconocer sus rostros, casi no puedo ver esos ojos tan pequeños como los de una hormiga que a su vez no puede ver la belleza de la hermosa flor que destruye con sus descontroladas mandíbulas, mucho menos del grandioso bosque que todo rodea, bosque padre, naturaleza madre, humano bastardo.
Sin embargo, a ratos pienso que no todo está perdido pues encuentro un hombre con claridad, no en la fe, sino en la lógica y la humildad para escucharse a si mismo, pero luego recuerdo que todos insistimos en pelear guerras distintas, ojos pequeños… y el circulo da vueltas, espiral.
Lucho. Día a día me levanto en armas sin pensar en el tiempo/fantasma que flota sobre mis palabras para llevar al hombre a un nuevo nivel, quisiera destrozar con mis palabras los espejos propios y ajenos que les encaja la idea de tratar de ser bellos. Yo no quiero ser bello, quiero ser real.
Sé que mi vida y mis obsesiones me llevaran a la soledad, pero no importa, jamás dejaría de hacer lo necesario para ser honesto conmigo y todos. Mi máximo sueño es poder verme a los ojos cuando muera. Río.
Lucho. Día a día me levanto en armas sin pensar en el tiempo/fantasma que flota sobre mis palabras para llevar al hombre a un nuevo nivel, quisiera destrozar con mis palabras los espejos propios y ajenos que les encaja la idea de tratar de ser bellos. Yo no quiero ser bello, quiero ser real.
Sé que mi vida y mis obsesiones me llevaran a la soledad, pero no importa, jamás dejaría de hacer lo necesario para ser honesto conmigo y todos. Mi máximo sueño es poder verme a los ojos cuando muera. Río.
¿Dónde está la identidad? Dentro de uno mismo, explota como un volcán incontenible. No funcionará de manera inversa, pues nunca cambiarás la esencia y en forma de tormenta llegará tu naturaleza para destrozar el telón y mostrarte… tal-cual-eres.
Para ser uno mismo hay que tener valor para destruirse y quedar en los huesos. Nada más sincero que un rostro descarnado aceptándose. ¿Podrías pararte frente al espejo y verte a los ojos sin titubear? Para escucharse hay que dar largas caminatas en silencio hasta que nuestra sombra nos hable.
Así, hay entonces que crearse, diseñarse, construirse basado en los planos dictados por la voz interior que nos impulsa a ser hombre/mujer. Antes que ser Padre, Madre, Hermano, Hermana, Amigo, Poeta, Doctor, Abogado, Filósofo… se debe ser el mejor hombre, la mejor mujer. No digo bueno o malo, sólo perfectible.
A la usual pregunta de ¿Hacia dónde voy? La respuesta suele ser hacia donde yo quiera, siempre orgulloso de las huellas que se han dejado en el proceso. ¿Hacia dónde quiero ir? Lector… pregúntele a su sombra, ella lo sabe.
Por largos periodos de soledad he analizado cada una de mis debilidades hasta aceptar el dolor como un estado de consciencia ideal. Tras grandes derrotas he llegado a encontrar un sistema de destrucción y reconstrucción proyectiva, por eso soy infinito.
JUSTICE
