A los azares del destino...
Vicisitudes, moronas de los cobardes
Melancolía, materia de los artesanos
Añoranza... por las vidas olvidadas.
Dientes rojos y un sabor a sangre que confirma mi angustia antihumana...
Una mano sobre el viejo cráneo y la otra...
la otra ya no tiene razón de ser.
Engulle un trozo de pan marchito
sabor a miedo
a mito...
Y me vuelco sobre la voz ronca que pide ya no salir
que suplica dejar que las palabras se mueran de sed
que se marchiten
y se vuelvan polvo de promesas.
Los desaires destructores invaden cada sílaba
corrompen su estructura
dejan cada letra en un mar de llamas.
Enreda tu quietud
ahora clama
ahora llora.
Parcos besos de orgullo
tibios reclamos que no habrán de abrir tu lecho de piedras en la muerte.
Nada quede entonces en el consuelo de los mártires
La ira de cuervos
Las risas de las hienas por la noche...
Que todo se derrumbe sobre los sueños.
Y el despertar sea como el rose de un diente roto sobre los labios
asesino
frío
perfecto...
justo como la primera vez.
JUSTICE