6.02.2010

El Diamante

No quiero abrir los ojos

El día llegó y la serpiente rosó mi lengua
los rayos del sol reposan sobre mi carne cruda
y quema las heridas
el dolor no es humo.

Una pastilla de luz para esta distopía
nada es suficiente para abrir los ojos.

No es un asunto de fe o cualquier mentira parecida
las fauces del cocodrilo se cierran siempre
y nosotros (ya presas) aullamos de miedo
sólo burbujas y sangre en el último suspiro.

Vana luz cabalga delirante...
pero sigo sintiendo frío.

En el vacío el diamante descompone el espectro
y veo cada color del universo
más que esperanza
me mantienen las variantes
las posibilidades
el instinto
quizá el morbo
pero no el ego.

Zoom
y la muerte no luce terrible
a pesar del diamante
y sus estructuras matemáticas.

Sueños siderales
espirales infinitas
música láctea
besos absolutos (hoyo negro?).

Aunque viva ahora
ya será...
y habré de morir.
JUSTICE
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